Hola, soy tu Ansiedad
Soy tu ansiedad. No te alarmes, vengo en paz. Pero ¿por qué te asustas tanto cuando aparezco? Sé que mi presencia te hace sentir horrible, que te desesperas y quisieras deshacerte de mí. Sé que, si pudieras, me eliminarías. Crees que estoy aquí para hacerte daño, pero créeme, si no te he destruido hasta ahora, no lo haré.
No estoy aquí para hacerte daño, ni para volverte loco. Cada vez que llego a tu vida, causo caos y te asusto, pero al final del día, no te he hecho daño real. Si pudiera hacerlo, lo haría, pero esa no es mi intención.
La verdad es que aparezco y te hago sentir así porque no he encontrado otra manera de que me escuches. Estabas tan ocupado tratando de ser exitoso, productivo y demostrar tu valía a los demás que no prestaste atención a mis señales sutiles.
¿Recuerdas esas veces que tuviste dolores de cabeza, insomnio o te pusiste a llorar sin razón? Era yo, tratando de que me escuches. Pero continuaste con tu ritmo de vida y tus mismos pensamientos. Intenté algo más fuerte: hice que te temblara el ojo, que se te taparan los oídos y que te sudaran las manos, pero tampoco me escuchaste.
Aunque ambos sabemos que sentías mi presencia. Cuando te quedabas tranquilo, o solo, te ponías nervioso, sin entender racionalmente lo que pasaba. Por eso, decidí escribirte.
Si estás leyendo esto, te felicito. Significa que tienes el valor de escucharme. Nadie mejor que yo sabe de tu habilidad para evitarme y huir, como si yo fuera un monstruo en el bosque oscuro.
Piensas que puedes distraerte con horas de televisión, viviendo las vidas de otros para no enfrentar la tuya, que no te gusta. O usas un par de copas para adormecer tus nervios, y otras sustancias para evadir esta realidad que no quieres enfrentar.
Pero espero que ahora estés listo para enfrentar tu realidad y escucharme. Para enfrentar la verdad de tu vida y de ti mismo, sin máscaras ni atajos. Así que aquí están las cosas como son.
Lo que he intentado decirte todo este tiempo es que necesitas evolucionar. Es hora de hacer cambios profundos dentro de ti. No estás disfrutando de tu vida ni te sientes pleno, y estoy aquí para ayudarte a recuperar esa plenitud. Tendrás que deshacerte de lo que te impide conectarte con tu verdadero ser.
Estoy aquí para ayudarte a ver lo que te impide ser feliz y pleno. Cada vez que aparezca, es porque no te has dado cuenta de que no estás viviendo de manera plena y feliz. Si vuelvo a aparecer, no te asustes, mejor agradece y escúchame.
Si realmente me escuchas, harás los cambios necesarios en tu vida de inmediato, si de verdad quieres sentirte bien. Sé que quieres, pero también sé que prefieres la comodidad de lo conocido, aunque te haga daño. Buscas la aprobación de los demás, buscando seguridad en otros en vez de en ti mismo.
Entiendo que todos quisiéramos regresar a la seguridad de la infancia, pero ahora eres responsable de ti mismo. Solo tú puedes hacer que me vaya. Y cuando vea que estás haciendo esos cambios en tu vida, me iré.
Así que si estoy aquí, es porque me necesitas. Necesitas cambiar tu manera de ver la realidad, deshacerte de creencias limitantes, perdonar el enojo que sientes y recuperar tu libertad interior. Necesitas hacer lo que amas, ser tú mismo y perder el miedo al rechazo.
Necesitas poner límites a quienes te lastiman, tener el valor de decir "no", dejar de mendigar amor de quien no te lo da y cuidar tu cuerpo. Dale el alimento que necesita, deja de criticar tu físico y agradécele por lo que te da. Haz ejercicio, mantén tus hormonas en equilibrio y duerme lo suficiente.
¿Por qué te exiges tanto? Tienes todo lo que necesitas para crear tu propia realidad, pero te tratas con severidad. Estoy aquí para pedirte que dejes de hacerlo. Si realmente quieres que me vaya, toma el control de tu vida. Pregúntate qué te ha sacado de tu equilibrio y lucha por la vida que quieres.
El único control que puedes tomar es sobre ti mismo. Acepta que lo has perdido y permite que yo me exprese. Si me reprimes, volveré más fuerte. La próxima vez que me sientas, detente, cierra los ojos, déjate sentir, apaga tu mente racional y entiéndeme. Empieza el cambio con acciones claras y específicas, y pronto me iré.
Espero no tener que volver muchas veces, pero si lo hago, recuerda que no quiero lastimarte, quiero ayudarte a recuperar tu camino. Mírame como lo que soy: tu esencia.
Soy tú, hablándote desde el fondo de tu corazón, desesperado por ser escuchado. Lo que sientes no es taquicardia, soy yo, tu esencia, queriendo salir.
Con cariño, tu esencia disfrazada de ansiedad.
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