De este tiempo me voy convirtiendo en un renegón como que me gana el enojo, pero más tirando a un perro rabioso.
Sera que estoy perdiendo el control de mis emociones, claro el enojo es normal hasta saludable, no tener control de tus emociones eso sí que está mal.
El enojo descontrolado se puede volver destructivo en el trabajo, con los amigos en la vida.
Nunca pensé buscar el significado del enojo, pero que es el enojo?
Pues este actúa según la intensidad y suelo ser muy intenso, son variantes empieza con un fastidio pasando por varias etapas pequeñas hasta llegar a una furia intensa (ira). El asunto es que esta acompañado de cambios psicológicos y biológicos.
Cuando nos enojamos puede afectar nuestra frecuencia cardiaca subiendo la presión arterial pero vamos si estás bien del corazón sucede que afecta también nuestras hormonas de energía, adrenalina y noradrenalina.
Analizando las diversas causas pueden ser internos o externos, nos enojamos con una persona específica o por algo ocurrido las preocupaciones o no dormir bien mucho café, recuerdos traumáticos pueden despertar nuestro enojo.
Nuestro enojo se suele expresar de manera agresiva ante una amenaza solemos ponernos intensos porque nos están agrediendo, es bueno el enojo pero controlando el grado de intensidad.
Salir del extremo es atacar físicamente a otra persona, la ira te domina convirtiendo en un demonio descontrolado que bueno que hay leyes y gracias a ello regresas a tu sentido común.
Somos conscientes o actuamos de manera inconsciente en esos momentos, por lo general hay un instante que una actúa de manera inconsciente son unos instantes que estas fuera de sí y puedes decir cualquier barbaridad hasta llegar agredir, te expresas de una manera iracunda, también solemos reprimirnos en esos momentos como si tragaras saliva y tu garganta está seca, la mejor manera es mantener la calma en todo momento es lo mejor ante el enojo.
Está permitido enojarse sin agresividad es lo más sano, actuar con palabras expresar su necesidad sin ofender ni lastimar al otro. Ser firme no significa ser prepotente ni exigente, significa respetarse a sí mismo y a los demás.
Controlar el enojo en forma de reprimirlo es manera más difícil, cuando somos demasiados intensos es como golpear la pared y descargues tu enojo pues no, consiste en redirigirlo pensando algo positivo. El caso es convertir tu enojo en algo constructivo lo de malo estará en tu interior y puede afectar en cuanto a tu hipertensión, presión arterial elevada o depresión.
Al no expresar nuestro enojo nos conduce a ser seres con mucha ira desquitarnos indirectamente sin decirle el motivo, en lugar de hacerlo de frente actitud cínica y hostil duradera.
El enojo no es llevarnos a vivir amargados de la vida menospreciando a los demás, criticando de todo haciendo comentarios cínicos, no han aprendido nada solo la ira les gano viviendo envenenados.
Pero como controlar la ira no podemos ni evitar ni cambiarlas entonces controlemos nuestro temperamento.
Solemos darnos cuenta quien se enoja más rápido que otras son más intensos en caer al enojo, demuestran gritando, irritables y malhumorados, lanzando cosas, otras se retraen socialmente, se amargan o se enferman.
Las personas que no solemos controlar el enojo no podemos tolerar la frustración, no pueden tomar las cosas con calma se enfurecen suelen complicarse de todo a una simple solución.
Porque somos bien enojones hay dos factores genético o fisiológico, algunos nacen sensibles, irritables que se enojan con facilidad desde temprana edad. La otra es no les enseñaron a lidiar con el enojo por que le dijeron que era algo negativo que no está bien expresar el enojo, como consecuencia no sabemos cómo manejarlo positivamente.
También los antecedentes familiares como familias problemáticas, caóticas y sin capacidad para la comunicación, emocional.
Estar enojado no es licencia para lastimar a otros y la agresión no ayuda en absoluto.
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