Antideportista de corazón
Hoy decidí cambiar la rutina, un amigo me aconsejo trotar
en las mañanas, antideportista de
corazón, con frió que hace y encima lloviznó, era para no salir pero aun fui
hacer una larga caminata, no se adonde,
subí las extensas gradas y al llegar a la pista estaba dispuesto a tomar una
combi.
A pero dije no , comencemos con esto además es
gratificante y en términos utilitaristas, en fin la idea era trotar un poco,
que puede pasar el costo será una gripe pensé, mejor me doy unos alientos que
es bueno para la salud física, avanzamos bien siento que me brota una alegría
por todo el cuerpo, será porque me descargo de ciertas cosas de la vida, y me
cargo de energía, ya al volver a casa un poco sudado, que raro ni un perro me
ladro, me doy cuenta que la carga es menor no sé qué mecanismo se articuló en
el cerebro pero lo diluye.
Puedes salir agobiado, tal vez estresado y angustiado o
en crisis severa pero a medida que corres, estos adquieren otras dimensiones.
Lo vez mucho más calmado y las ideas afloran, como saber
qué es lo que tienes que hacer (escuchar si suena mal, es un ejercicio
flaubertiano) tal vez enfoque mejor mis ideas.
Y la verdad llegando a casa sudado, pero ya no tenso si
no relajado como que aclare las ideas se observa mejor los detalles.
“El ejercicio no solo cambia tu cuerpo, cambia tu mente,
tu actitud tu humor”
Si has actuado en un momento de ira o furia ante una
situación o momento, ahora lo miras con otra dimensión que llegas a reírte de
la situación ridícula.
Me abochorno de estas situaciones tal vez caminar me
sirvió me hizo un buen observador de mi propia conducta y la de los demás.
No hay ningún paseo monótono, no existe el negro, es un
arco iris lleno de colores si pues era antideportista y hoy aprendí lo bueno
que se siente trotar un poco en la vida.
0 Comentarios